Gualicho Laboral
Mi historia laboral es más bien una "no historia laboral", ya que pocas veces logré pasar una entrevista. Quiero empezar contando mi situación económica, ya que creo que ha influido en este "gualicho laboral" que tengo. Soy hijo único y heredé unos campos que me proporcionan ingresos mensuales, permitiéndome vivir cómodamente.
A los 22 años estudiaba fotografía y hacía algunos trabajos esporádicos, pero deseaba un empleo de lunes a sábado, 8 horas diarias, como todos. Un amigo me mencionó que dejaba su trabajo y me recomendó para la vacante. Con mi currículum, que en ese entonces solo incluía "estudiante de fotografía" y "manejo de Photoshop", conseguí el puesto en un local de impresión de planos para arquitectos. Estuve un mes de prueba, pero al finalizar, me dijeron que no me contratarían, sin darme ninguna explicación.
Ahí comenzó mi odisea. Me gradué como fotógrafo y seguía haciendo trabajos esporádicos, pero necesitaba un empleo con horarios y estabilidad porque mi vida se había desorganizado tras terminar mis estudios. Preparé mi currículum y lo llevé a lugares donde soñaba trabajar, luego a otros donde sería bueno, y finalmente a aquellos que eran simplemente "trabajo".
Soy alguien que disfruta vestirse bien y sé que para entregar un currículum o asistir a una entrevista es mejor ir sencillo: camisa lisa, jeans clásicos y zapatillas blancas. Hago hincapié en esto porque creo que la primera impresión es crucial. Pasé años enviando currículums y asistiendo a entrevistas, logrando solo tres trabajos en 17 años, todos en ambientes laborales mediocres y con una mala relación entre sueldo y horas trabajadas.
Durante esos años, me perfeccioné y añadí habilidades a mi currículum. Estudié programación en un instituto reconocido de Córdoba y me gradué. Conseguí una pasantía en una empresa IT gracias a un programa provincial. Estaba feliz y emocionado, pero al terminar la pasantía, no me contrataron.
Regresé a la búsqueda, especializándome en nuevos lenguajes de programación. Contacté a amigos para pedir recomendaciones, envié currículums a recursos humanos de empresas IT, y visité lugares lejanos para entregar mi currículum en persona. Me preocupaba no poder mantenerme en un trabajo más de un año y empecé a cuestionarme: "¿Hablo bien?", "¿No pasé el psicológico?", "¿Saben que recibo ingresos extra?", "¿Tengo una maldición?".
Después de tantas entrevistas fallidas, caí en la frustración. Mi psicóloga me dijo que estoy bien, pero no entendemos por qué sucede esto. Hoy ya no envío currículums. Estoy frustrado. Soy alguien que estudió mucho pero nunca ejerció. Me encuentro inmerso en el ocio, estudiando algo nuevo, leyendo libros y paseando al perro. Sigo con ganas de trabajar, pero no sé por dónde empezar. Agoté todos los recursos, buscando solo una vida normal y equilibrio que nunca logré alcanzar.