Una Experiencia Inesperada
Hola,
Ayer me desvincularon del trabajo después de solo dos semanas de haber ingresado. El proceso de selección duró aproximadamente tres semanas y las personas que me entrevistaron fueron muy amables, así que estaba realmente entusiasmado con esta nueva oportunidad.
El área en la que ingresé era ventas, pero para este tipo de producto se requiere una capacitación específica, ya que involucra conocimientos técnicos. Ellos sabían que yo no los poseía y su intención era, justamente, formarme en esa área.
Durante el corto tiempo que estuve, mi jefe, quien casi no me dirigía la palabra, me asignó la tarea de contactar a clientes que no respondían a los correos electrónicos desde hacía mucho tiempo. Mi labor era preguntarles en qué situación se encontraban y, si alguno mostraba interés en nuestro producto, derivárselo a él. No tenía que realizar ventas directas.
La tercera semana, un lunes, nos informaron que una nueva persona se uniría a mi área. La presentaron, le entregaron un cuaderno y una lapicera (a mí no me habían dado nada, pero había llevado mis propias cosas) y, acto seguido, me llamaron de gerencia.
Al entrar, me encontré con la persona que me había entrevistado y el gerente, quienes me informaron que habían decidido finalizar la relación laboral. Argumentaron que pensaban que yo tenía una "actitud de venta más agresiva", pero que, por lo que habían observado, ese no era mi perfil. Aclararon que no había hecho nada malo.
Les expliqué que aún no había comenzado a vender, que solo estaba realizando un trabajo administrativo para ayudar a mi jefe con el seguimiento de los clientes. Me respondieron que la decisión ya estaba tomada. Aunque entendí la situación, les pedí saber qué habían percibido exactamente para no repetirlo en futuros empleos. Sin embargo, la conversación se volvió un bucle, donde solo me decían que mi perfil no era adecuado y que no había cometido ningún error.
Finalmente, el gerente le pidió a la persona que me había entrevistado que me acompañara a buscar mis pertenencias y a entregar el celular y la computadora de la empresa. Fue una situación horrible; esta persona caminaba un metro detrás de mí, escoltándome hasta la puerta de salida. No pude saludar a nadie, y ni siquiera ella se despidió. Cuando abrí la puerta, simplemente se marchó.
Todavía estoy esperando el telegrama de despido. Espero que, al menos, me paguen lo que corresponde.
¿Qué fue lo que pasó realmente? ¿Acaso este tipo de situaciones suelen suceder con frecuencia? Un abrazo grande.